Mawein rebusco en uno de los bolsillos delanteros de su camisa y saco un pequeño objeto dorado. Se lo puso en la palma de la mano y me lo mostró. Era del tamaño de mi dedo pulgar, plano por un lado y en punta por el otro.
-¿puedo cogerla?-pregunte
-desde luego ¡eres muy educado!-exclamo sorprendido-un soldado nunca es educado.
-¿quema?- pregunte
-¿si quema la bala?- se rió-No, la calienta el rifle. Ahora esta fría.
Mawein dejo caer la bala sobre mi mano y el corazón se me acelero. Confiaba en Mawein, pero no las tenía todas conmigo: temía que la bala me atravesara la mano. La sostuve, era más liviana de lo que creía. No se movía, no me hería la piel. La cogi con los dedos y me la acerque a la cara. Primero la olí, para ver si desprendía olor a muerte o a fuego. Solo olía a metal.
Qué es el qué es la historia de Valentino Achak Deng, un refugiado de la guerra civil del Sudan. Al huir de su pueblo, a mitad de la década de 1980, Deng se convirtió en uno de los llamados Niños Perdidos –niños acosados por las milicias, el ejército, leones y hienas e infinitas enfermedades, en busca de refugio, primero en Etiopia y luego en Kenia. Finalmente, Deng se asentó en Estados Unidos, como otros casi cuatro mil jóvenes sudaneses; allí empezó una lucha muy diferente.
Recomiendo mucho este libro, trata sobre la guerra de el sur de Sudan , sobre gente desplazada , niños desnutridos, muertos de hambre , por leones , por balas ... De gente que viene y encuentra la forma de desaparecer de una u otra manera... es un libro que sin duda hace pensar
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